El lobo estepario. Hermann Hesse
Lo leí de adolescente y, en aquel momento, pensé que era de esos libros que podían cambiarte la vida. Lo he vuelto a leer ahora, más de una década después, y me sigue causando la misma impresión. No he vuelto a leer nada que describa con tanta sencillez los conflictos que genera en algunas personas la lucha entre lo elevado y lo vulgar, los ideales y la mediocre realidad, lo que uno le quiere exigir a la vida y lo que la vida puede acabar siendo. Harry Haller cree que tiene dos almas que conviven dentro de él. Una es un hombre burgués, que desea la compañía de los demás, los placeres pequeños y la seguridad de lo cotidiano. La otra es un lobo estepario, que desprecia de todo lo anterior, su vida de pequeñas seguridades, sus placeres banales, sus conversaciones insulsas con los vecinos. Es un ser puro que vive para lo elevado, lo ideal y lo sublime. Un ser que quiere soledad, independencia y que rechaza una vida mediocre y cómoda. Ambos seres están en conflicto y le impiden ser feliz.